La cadena de tiendas minoristas Walmar anunció ayer que reducirá la venta de armas cortas y municiones, además de que pedirá a sus clientes que no porten armamento en sus almacenes en Estados Unidos.
La medida se produjo un mes después de un tiroteo en un supermercado de la compañía ubicado en El Paso, Texas, que se cobró 22 muertos –entre ellos, ocho mexicanos.
El atentado perpetrado por un extremista blanco fue secundado por ataques posteriores, incluido otro tiroteo el fin de semana pasado en Odessa, también en Texas, que dejó siete muertos, incluyendo a una mujer de origen mexicano.
La cadena indicó que, una vez que se agote el inventario actual, dejará de vender municiones para pistolas y rifles de barril corto (menos de 18 pulgadas), como los calibres .223 y 5.56 que se utilizan en armas de estilo militar.
El presidente ejecutivo de la compañía, Doug McMillon, hizo un llamado al Congreso y la Casa Blanca para que aprueben medidas de “sentido común”, incluyendo verificaciones de antecedentes más estrictas para la compra de armas.
“Como hemos visto antes, estos eventos horribles ocurren y luego la atención se desvanece. No debemos permitir que eso suceda”, dijo McMillon en un comunicado. “El Congreso y la administración deberían actuar”.
“En una situación compleja que carece de una solución sencilla, estamos tratando de tomar medidas constructivas para reducir el riesgo de que vuelvan a suceder estos eventos”, según un memo de McMillon dirigido a sus empleados. “El statu quo es inaceptable”.
Las medidas aún están lejos de la prohibición que han pedido algunos defensores del control de armas, pero son significativas por el tamaño y la prominencia de Walmart en muchas comunidades de EU.
Walmart, el mayor minorista del mundo, con sede en Arkansas, tiene más de 4 mil 700 tiendas a lo largo de EU, muchas en regiones conservadoras donde es fuerte la oposición política al control de armas.
El hashtag #boycottwalmart fue tendencia ayer por la tarde en Twitter, mientras que los defensores del control de armas como Everytown for Gun Safety (“Todas los ciudades seguras de armas”) elogiaron la medida.
La Asociación Nacional del Rifle (NRA) criticó la decisión de Walmart diciendo que la compañía sucumbió a la “presión de las élites antiarmas”.
“Líneas en Walmart serán pronto sustituidas por líneas de otros minoristas que apoyan más las libertades fundamentales de Estados Unidos”, advirtió.
Walmart espera que la medida reduzca su porción en el mercado de balas de cerca de 20 por ciento a un rango de entre 6 y 9 por ciento.
La compañía seguirá vendiendo rifles y escopetas para caza y buena parte de las municiones que utilizan estas armas.
Walmart ha restringido antes el acceso a algunas armas en sus tiendas, incluyendo una decisión de 1993 de cancelar las ventas de armas cortas en todos los estados, menos en Alaska. En 2015 dejó de vender armas semiautomáticas del tipo utilizado en tiroteos masivos.
Walmart anunció ayer que también dejará de vender armas cortas en Alaska.
En marzo de 2018 anunció que aumentaba a 21 años el mínimo de edad para adquirir armas de fuego en sus tiendas, tras el tiroteo registrado el 4 de febrero de ese año en la preparatoria Marjory Stoneman Douglas, de Parkand, Florida, que dejó 17 muertos.
Y ADEMÁS
LIBERAN OTROS 3 MIL 600 MDD PARA EL MURO
El Pentágono anunció ayer que destinará 3 mil 600 millones de dólares para construir un tramo de muro en la frontera de EU con México, a petición del presidente Donald Trump.
Para desbloquear los fondos, el Departamento de Defensa decidió “aplazar” 127 proyectos de construcción y de modernización de recintos militares previstos en el presupuesto del Pentágono para 2019, informó a la prensa el portavoz de organismo, Jonathan Hoffman.
“El largo total es de 280 kilómetros”, indicó Kenneth Rapuano, el encargado de Seguridad Interior del Pentágono, que precisó que los fondos van a servir para reforzar segmentos de una barrera ya existente pero considerada como insuficiente y para construir nuevos tramos.
Los tramos están en Arizona, cerca de la localidad de Yuma; en California, a la altura de El Centro y de San Diego; y en Texas, en la zona de Laredo y de El Paso.
Según el general Andrew Poppas, director de operaciones de Estado Mayor, la construcción de estos segmentos permitirá reducir la cantidad de efectivos desplegados en la frontera para contener la inmigración ilegal.