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¿Comenzó la cuenta regresiva para el despegue de Europa?

El continente debe reestructurar su industria de defensa y cimentar un sector tecnológico de primera línea; son grandes desafíos, pero su propio futuro e incluso del mundo depende de su éxito

Rana Foroohar
Nueva York /

La narrativa de la semana pasada giró en torno al abandono por parte de Estados Unidos de su acuerdo de seguridad y defensa de 80 años con Europa. Es un momento alarmante para ser europeo, dado que EU decidió abrazar a Vladímir Putin y dar la espalda a sus aliados tradicionales. También es un momento horrible para ser estadunidense, un momento vergonzoso, por las razones que todos conocemos. Pero con el fin de mantener la cordura en este momento, tengo que buscar el lado positivo. Y uno que espero mucho es la revitalización del proyecto europeo.

La Unión Europea se fundó sobre la reconstrucción e integración de las industrias del carbón y del acero en el periodo de la posguerra. En la actualidad, el continente debe reconstruir su industria de defensa y también cimentar un sector de tecnología de primera clase. Son grandes desafíos, pero el futuro de Europa —y tal vez incluso del mundo— depende del éxito. Es más, se podrán hacer grandes fortunas con las acciones europeas si la región logra unirse económica y políticamente. Los mercados empiezan a alejarse de su actual sobreponderación hacia EU; el desempeño de los índices europeos ha sido mejor que el de Estados Unidos, a pesar de las flojas cifras de crecimiento continental.

¿Cuáles son las oportunidades y los retos aquí? Tomemos primero la defensa. Bloomberg recientemente hizo la estimación de que el gasto de defensa europeo y la reconstrucción de Ucrania costarán 3 billones de dólares en los próximos diez años. Ahora que los europeos relajaron las restricciones fiscales, el continente está listo para un auge del gasto que puede eclipsar la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por su sigla en inglés) de 369 mil millones de dólares de Estados Unidos. Por supuesto, todo esto va a requerir de una integración financiera y fiscal mucho mayor. Pero tengo la sensación —y, Alec, me encantaría que también me dieras cuál es tu sensación desde Kiev— de que el incendio de cinco alarmas que inició la administración Trump finalmente llevará a Europa hacia la reintegración. Literalmente, no queda nada que perder y mucho que ganar.

Si eso sucede, y hay espacio fiscal para la inversión, entonces Europa está en realidad en una posición posiblemente mejor que EU para reindustrializarse. Países como Alemania e Italia tienen un porcentaje más alto de su producto interno bruto (PIB) en el sector de fabricación, y muchas empresas europeas son líderes mundiales en el sector industrial de “tecnología media”, incluidas áreas como herramientas mecánicas, aviación y automóviles. Estas son las áreas que puede ayudar a reforzar la defensa, ya que los procesos y los conjuntos de habilidades de los trabajadores son compatibles (la reestructuración de la industria automotriz estadunidense fue crucial para ganar la Segunda Guerra Mundial). Pero Europa tiene que decidir impulsar una estrategia industrial verdaderamente cohesiva, en particular ahora que China se declaró abierta de nuevo a la inversión privada.

La tecnología es más complicada. Como escribió de manera muy acertada Marietje Schaake en Financial Times la semana pasada, “la dependencia de Europa de la tecnología estadunidense es una debilidad crítica”. Me asombra que los funcionarios de la Unión Europea sigan cediendo a la presión de los gigantes estadunidenses de tecnología. La jefa tecnológica del bloque, Henna Virkkunen, admitió que Europa retiró una regulación más estricta sobre la inteligencia artificial (IA) para estimular la inversión de Silicon Valley. Si la combinación del discurso de J. D. Vance en la Conferencia de Seguridad de Múnich y el desmantelamiento del gobierno federal de Estados Unidos por parte de Elon Musk no convence a los europeos de la locura de contar con políticos o empresas estadunidenses para que actúen en su mejor interés, no estoy segura de qué lo hará.

Esto puede sonar un poco a teoría de la conspiración (muchas cosas así suenan en estos días), pero siempre he pensado que el abrazo que le da Elon Musk al partido alemán AfD no solo tenía que ver con opiniones políticas de extrema derecha, sino con sembrar el descontento dentro de Europa para promover sus objetivos más amplios de un mundo sin gobierno. Lo mejor que Europa puede hacer ahora mismo, por el mundo y por sí misma, es frustrar ese objetivo comprometiéndose con su propio futuro compartido, militar, económica y políticamente.

Alec, mi pregunta para ti es: ¿esto sucederá?

Lecturas recomendadas

-Me fascinaron los avances que Microsoft y Google hicieron recientemente en materia de computación cuántica. Leí el artículo de John Thornhill, de Financial Times, sobre el tema y también una aguda opinión de The Wall Street Journal. Esto es materia de ciencia ficción: si funciona, ¡puede significar que existe el multiverso!

-Robin Harding, de Financial Times, tiene toda la razón al preguntar, ¿quién estabilizará el mundo?”. Vale la pena reflexionar sobre su análisis histórico de la era Trump y de los cambios de péndulo anteriores en la economía política.

-Disfruté de Substack, de Henry Farrell en el sitio web Programmable Mutter sobre lo que sucede cuando la policrisis se convierte en un desastre.
-Un artículo de opinión de The New York Times escrito por la estupenda Zeynep Tufekci expone la mentalidad de ingeniería detrás de la toma de control del gobierno por parte de Musk: en una palabra: aterrador.

Alec Russell responde

Rana, tu conmovedor llamado a las armas a Europa será recibido con mucho entusiasmo en las calles nevadas de Kiev, donde me encontraré durante unos días. Después de que el presidente Donald Trump confirmara la semana pasada los peores temores del gobierno ucraniano sobre sus intenciones al iniciar conversaciones con Rusia sin incluir a Ucrania, funcionarios, soldados, parlamentarios y muchos más aquí depositan sus esperanzas en Europa.

Por supuesto, una recuperación europea es importante para muchas más cosas que solo para Ucrania. Por tanto, tu afirmación de que este puede ser el momento para una muy necesaria reactivación de la economía del continente, y también de sus ambiciones colectivas, es absolutamente el argumento correcto. Pero que esto suceda es otra cuestión.

La buena noticia para ti es que tu mensaje cae en terreno fértil. Casi siempre que se reúnen ahora, uno u otro de los líderes europeos lamentan el estado del continente y advierten, implícita o incluso explícitamente, que, a menos que cambien su enfoque de gobierno, sus sucesores de manera inevitable terminarán siendo aplastados entre las dos grandes potencias del mundo: Estados Unidos y China. En particular se discute la respuesta aparentemente general de la Comisión Europea a una cuestión: en caso de duda, regular.

Pero, cómo sabes, las palabras salen baratas. Anticipo escuchar mucha potente retórica de los líderes europeos cuando muchos de ellos se reúnan en Ucrania para conmemorar el tercer aniversario de la invasión a gran escala por parte de Rusia. Serán bienvenidos después de los insultos y las burlas que llovieron de Trump la semana pasada. Pero lo que Kiev en verdad quiere escuchar son compromisos reales, sobre todo de material militar, pero también de ayuda presupuestaria a largo plazo.

Eso puede suceder; ciertamente debería suceder. En cuanto a tu visión más amplia, sin duda el desafío que tiene Estados Unidos para que Europa se haga cargo de su propia seguridad está acelerando un incremento, que se tardó en llegar y que es esencial para los presupuestos de defensa, por doloroso que sea a nivel interno. También se llevan a cabo debates tediosos y lentos sobre la contratación colectiva, pero por ahora creo que el continente no llegará más lejos en su intento de cumplir su reto de comprometerse “con su propio futuro compartido, militar, económica y políticamente”.

En cuanto a los ucranianos, todos con los que hablo aquí están, por supuesto, agradecidos por el apoyo de Europa. Pero ¿cuentan con ella para el futuro? Para nada. Saben que en nuestra nueva era de “la ley del más fuerte”, las únicas personas con las que de verdad pueden contar son los propios ucranianos.


Financial Times Limited. Declaimer 2021


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