Por:Diana Aguilar Gómez
Ilustración: Oldemar González, cortesía de Nexos
La vida de un ave migratoria tiene muchas variables. Por ejemplo, hay algunas que pasan el verano en Canadá y se resguardan en México durante el invierno. Su ciclo de vida depende de paradas de recarga que hacen al trasladarse de un país a otro, lo que dificulta la caracterización y protección de los territorios que necesitan para sobrevivir. El cambio de tipo de suelo que ocurre a lo largo del tiempo tiene un gran impacto: lo que antes era una parada en un bosque, ahora es una región agrícola o una zona urbana. Éstos son el resultado del proceso de transformación del ecosistema físico que ejercen los humanos sobre el paisaje. La cobertura nativa del suelo se sustituye principalmente por construcciones, caminos y estructuras artificiales y, en menor medida, de cobertura vegetal no nativa. Estas modificaciones satisfacen la intensificación de actividades que emergen de la densificación de humanos.