No sé si a usted le pase lo mismo que a mí pero hay un punto en que me aburro mirando contenidos.
O todos son iguales o todos son el “remake” de la precuela, de la secuela, del universo, del “spin off” que ya se hizo en Turquía, en Corea o en Brasil.
Por eso, cuando uno se encuentra con una serie verdaderamente original, creativa, diferente, tiene que gritarlo para que el mundo se dé cuenta y la voltee a ver.
Eso fue lo que me pasó con “A muerte”, la nueva serie española de Apple TV+.
Quiero que me prometa que va a ver, al menos, el primer episodio completo y con atención. Le juro que le va a encantar.
Vamos a dividir esto en dos partes: la lectura española y la mexicana.
Si usted viviera en Madrid y le presentaran esta producción flotaría de placer porque ubicaría inmediatamente a todos los que salen.
Desde su escritor y director, Dani de la Orden, que es una auténtica celebridad por allá, hasta su reparto formado por puro talento o ganador o nominado al Goya más 400 mil cameos de figuras de alta popularidad.
Para los españoles, “A muerte” es poco menos que un acontecimiento, “Nosotros los nobles” combinada con “La casa de los famosos”.
Lo que no me queda muy claro es qué va a pasar con este material por allá donde los esquemas de consumo son mucho muy diferentes a los nuestros.
Supongo que ellos, antes que hacerle fiestas a Apple TV+, a la que consideran una lejanísima corporación americana, van a esperar a que se las pongan en Atresplayer.
Para nosotros, de este lado del mundo, “A muerte” es una delirante comedia romántica. Punto. Cero emoción con el reparto.
Sí, yo sé que muchas personas, cuando escuchan la expresión comedia romántica salen despavoridas.
¡No! “A muerte” no se parece en nada a ninguna de las comedias románticas que usted o yo hemos visto alguna vez en nuestra vida.
Es tan deliciosamente oscura que hasta podría ser mexicana. ¿De qué trata? No le voy a dar detalles para no arruinarle la experiencia. Sólo le diré que ésta es la peculiar historia de amor de un hombre y una mujer que se la están pasando no mal, lo que le sigue.
Sí es importante que sepa que a él le va pésimo, que le ha pasado de todo y que el futuro le pinta peor.
E igual, por nada del mundo olvide que ella está viviendo los más espantosos días de su vida.
¿Cuál es la nota? Que cuando los vea así, tan miserables, tan hundidos, tan patéticos, invariablemente se va a carcajear y eso le va a producir placer.
Tengo que felicitar públicamente a Dani de la Orden (director de “Élite”), a Natalia Durán (“Todos mienten”) y a Oriol Capel (“Aída”), los escritores de esta maravilla.
Por un lado, estructuraron una serie que rompe con los lugares comunes del género sin traicionar a sus fanáticos y, por el otro, diseñaron unos personajes redondos, preciosos, con los que cualquiera se puede identificar.
Cuando uno comienza a ver esto no sabe si está frente a algo como “El mejor infarto de mi vida” o “Ahora que no estás”, pero a los pocos minutos va creciendo, se va poniendo chistosa hasta que después de 30 minutos, con todos los antecedentes que uno ha asimilado, hace que el público no se pare de carcajear.
Los chistes del velorio, por ejemplo, son lo que más necesitábamos en este país donde tenemos una relación tan extraña con la muerte (de hecho, por ahí nos mencionan).
¿En qué otra serie de ficción, de cualquier país del mundo, se puede usted reír con tantísimo entusiasmo y sin meterse en problemas, de temas tan serios como la ansiedad, las mujeres embarazadas y la mismísima muerte?
Luche con todas sus fuerzas por ver ya, pero ya, “A muerte” en Apple TV+. Sólo van a ser seis capítulos de menos de una hora que van a ir subiendo a un ritmo de un episodio por semana. El miércoles 5 de febrero se estrenaron los primeros dos. ¡Felicidades!