La playera que le toca ponerse a Claudia

Ciudad de México /

Por más que se quieran mucho, se respeten y se admiren, para nadie debe ser cómodo, tampoco para Claudia Sheinbaum, escuchar al Zócalo gritándole a Andrés Manuel López Obrador que no se vaya. Porque ella llega por él y por los que gritan.

Tampoco debe ser cómodo, más allá de detalles y que públicamente diga que todo lo que dice el Presidente está bien, tener que andar esta transición con las prioridades de él. Aclaro, no quiero decir que a ella no le gusten o no las apoye, no queda claro si era su prioridad para arrancar el gobierno la reforma judicial o, de darse, la reorganización del gobierno para incluir y acomodar lo que hacen los organismos autónomos.

El nuevo gobierno tendrá que lidiar con eso, queda claro, no hay de otra y esperamos que haya la inteligencia, los recursos y las estrategias para hacerlo lo mejor posible, pero me parece que esta transición ha provocado otra incógnita.

El Presidente ha dedicado estos meses a él, a su fama, sus obras estratégicas, sus “resultados” (sí, ya sé, con sus datos), su popularidad en las encuestas, la felicidad que se vive en el país según otras encuestas, lo bien que está la economía, la seguridad, la salud… en fin. Han sido meses de fiesta, más que de adiós. Celébrenme porque lo hice muy, muy bien. Y sí, sus seguidores ya no saben cómo dejar de llorar y celebrarlo porque, dicen, lo van a extrañar mucho.

Más allá de políticas públicas y gestión de gobierno hay un asunto de carisma y popularidad con el que tendrá, ni modo, que competir. A partir del 2 de octubre, desde la primera mañanera, comenzarán las comparaciones de estilos, tono de las respuestas, simpatía. No sé si hacer mañaneras fue una buena idea, como hacer viajes cada fin de semana.

Serán años de comparaciones.

Para sus seguidores y fanáticos —no son pocos— López Obrador es en la política mundial lo que Messi para el futbol. Para nadie es, ni ha sido sencillo, ponerse la playera del Barça o de Argentina con el 10 de Messi. El año pasado el Santos retiró el número de Pelé. En el béisbol los números de las leyendas se retiran para siempre porque es muy pesado usarlos.

Toca a Claudia ponerse la playera, suerte. 

  • Carlos Puig
  • carlos.puig@milenio.com
  • Periodista. Milenio TV, Milenio Diario y digital, de lunes a viernes. Escucho asicomosuena.mx todo el tiempo.
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