¿Qué sigue para Santos?

Laguna /

Para empezar lo que sigue es tener que recobrar todos los bríos posibles lo cual no será fácil porque peor, imposible estar ya que su propia historia nos remite a otras realidades antes virtuosas.

La memoria podrá fallar pero estar tan mal no se puede concebir. 

Todos han fallado, quien más o quien menos pero todos están indignamente involucrados en algo pavoroso.

Es muy simple señalar y hasta juzgar pero lo que hoy ofrece el equipo lagunero, lo que no aporta, es indigno de una institución cuyos jugadores no se sienten identificados con la empresa ni con la región.

Da pena propia y ajena este equipo. La Laguna y el país están asombrados de lo mal que actúa siendo los jugadores los primeros serios responsables de su actuación. 

Ambriz no es el único. Aquí se comparte todo porque en el terreno de juego por más bellas instrucciones que existan, los que deben ejecutar son los de pantalón corto.

Por obviedad se debe suponer que toda la empresa está apenada por lo que ocurre, se supone. 

Es el momento que manifiesten públicamente su pensar y su sentir que deberá estar en la línea de lo penoso.

La pena propia, bien expuesta, con sinceridad, conciencia y hasta dolor, es capaz de sanar muchas cosas que están enfermas para poder recuperar con agrado el sentir de la gente.

El torneo está perdido aunque incomode aceptarlo. Jamás hubiera pensado externar esto apenas a la mitad de la competencia. 

Es triste esta crueldad pero no se ve por dónde pueda andar bien.

No es pesimismo; es dolorosa realidad.

  • Juan Gómez Junco
  • gjunco.juan@gmail.com
  • Columnista desde 1988 en La Opinión...(hoy La Afición). Egresado del Tec de Monterrey en 1974, Licenciado en Administración de Empresas.
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