Que más mamás trabajen en la formalidad no es una responsabilidad social, es justicia, ha dicho Aideé Zamorano muchas veces. Coincido y por eso urge el Sistema Nacional de Cuidados que posibilitaría acceso a un empleo con seguridad social a todo cuidador o cuidadora. Es una lástima que esa iniciativa siga en papel.
En México solo uno de cada 10 empleos formales es ocupado por una mamá. No quiere decir que las mamás no trabajemos, somos alrededor de 16 millones generando ingresos, pero nueve de 10 lo hace desde la informalidad.
¿Por qué hay tan pocas mamás en el mercado laboral formal? Esta fue una de las preguntas que impulsó a Aideé a fundar Mamá Godín, una microempresa social enfocada en favorecer el bienestar y la conciliación laboral de las mamás.
Las respuestas encontradas por Aideé fueron múltiples: las mujeres pasamos más tiempo cuidando, actividad que no se reconoce o remunera —recuerde, querida lectora y querido lector, que las labores domésticas y de cuidados equivalen a 24.3 por ciento del producto interno bruto (PIB)—, y no hay corresponsabilidad. Para cambiar eso, Aideé creó el Ranking Mamá Godín hace cinco años.
Este 2024, entre las 20 empresas premiadas están las enormes Reckitt, Danone, Viva Aerobus y Heineken, la mediana Euro Té y el organismo de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social.
Más allá de quién tiene qué sitio en el listado, el valor está en los impactos de Aideé y su Mamá Godín: ha medido 450 centros de trabajo y evaluado 970 mil plazas en México; las empresas que han aplicado su ruta crítica incrementaron 26 por ciento las mujeres en su plantilla laboral y 113 por ciento la participación económica formal de mamás. En el listado aparecen espacios laborales que pagan igual por trabajo igual, que entienden y aplican la corresponsabilidad de cuidados y ofrecen opciones reales para el crecimiento.
Para alcanzar entornos laborales igualitarios y sostenibles que a su vez resulten en progreso y desarrollo económico se necesita el Sistema Nacional de Cuidados, pero también a Mamá Godín con todos sus aliados —la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Genera Territorios, Inmujeres y la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresas, el IMSS—. En lo que vamos mucho más tarde es en lo más básico: erradicar la violencia, una de las principales barreras que enfrentan las madres trabajadoras en su inserción laboral, como dijo la legisladora Patricia Mercado, otra aliada de Aideé, durante la premiación del Ranking de Mamá Godín.
Repito, esto no es cuestión de responsabilidad social o igualdad de género, es cuestión de justicia porque México tiene el derecho a trabajos que permitan vivir con dignidad.