Donald McDonald

Ciudad de México /

Ya se hicieron todos los chistes posibles respecto a Donald Trump montando una escena en un McDonald’s donde supuestamente “trabajó” con las papas a la francesa y las sirvió a quienes pasaran por ahí. Normal para un político a unas semanas de las elecciones, ¿no? Excepto que en esta ocasión quedó claro lo ciegos que estamos quienes pensamos que con la burla y el intento de ridiculizar al contrincante vamos a ganar votos o incluso argumentos.

No, lo que los comediantes nocturnos vieron, con toda la razón del mundo, como una oportunidad más de burlarse de este señor, aquellos que piensan votar por él solo lo vieron como un domingo más. ¿Y los indecisos? Espero que no tomen decisiones con base en el hervir de las papas, porque en ellos está el margen de error y, potencialmente, el resultado histórico para todos de esta contienda.

Lo que se nos olvida es que aunque estemos viendo la misma escena, para muchos es una comedia, mientras que para otros cumple el cometido político de demostrar que él es uno más de la “clase trabajadora”, que tanto necesitan en las urnas. Y no importa cuánto se demuestre que lo que Trump quiere es bajar los impuestos solo a los megarricos, y que Kamala de verdad sí trabajó en un McDonald’s cuando era joven. Lo que importa es la percepción y este fue un

golpe maestro.

Podemos quedarnos horas riendo, sin creer el impacto de las locuras que dice este hombre, de que en un rally político prefiera mal bailar “Ave María” y “YMCA” en vez de seguir hablando; lo que sea que se acumule de discursos extremos y ridículos esta semana.

El problema está en que no podemos ver que hay otros que no ven o no les importa eso. No estamos reconociendo que cada quien navega como si hubiera una realidad personal para cada uno y no hechos objetivos. Nos pasó con nuestras elecciones y pasa en el mundo entero, y solo me detengo hoy con McTrump porque es un ejemplo que podría ilustrar cómo ha cambiado la comunicación y los mensajes que nos llegan, todos distintos según el receptor, en estos tiempos. 

  • Susana Moscatel
  • 25 años de periodista y conductora de entretenimiento. Ha publicado tres libros, traducido 18 obras y transmitido el Oscar y el Tony, entre muchos otros. Escribe de lunes a viernes su columna Estado fallido.
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.