A pesar de que en junio de 2019 el teletrabajo –también llamado home office–, quedó regulado en las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo, sólo 2 de cada 10 empresas en México están preparadas para aplicar esa modalidad de empleo que con el surgimiento de la pandemia de Covid-19 se hace indispensable, señaló Erika Villavicencio Ayub, investigadora y coordinadora de Psicología Organizacional de la Facultad de Psicología de la UNAM.
“Como empresas mexicanas no estamos listos, es una realidad triste, nuestras culturas de trabajo no están maduras, son muy tóxicas todavía, pero el contexto que estamos viviendo nos ha forzado a poner en práctica el teletrabajo.
En junio del año pasado se decretó el derecho de los trabajadores a hacer home office; sin embargo, dos de cada 10 empresas han implementado esta práctica y ante esta situación se ven obligados a hacerla, pero no hay estrategia, no hay lineamientos, y a veces ni si quiera hay equipo suficiente para que esto funcione”, advirtió la especialista.
El pasado 19 de junio, el Senado de la República aprobó modificar el artículo 311 de la Ley Federal del Trabajo e incorporar un nuevo capítulo para definir el trabajo a distancia, las obligaciones y derechos de colaboradores y empleadores.
¿En qué consiste el teletrabajo?
El teletrabajo se realiza para un patrón e implica hacerlo en un lugar distante a la oficina con el uso de nuevas tecnologías y supone mayores beneficios para el empleador como ahorro de gastos y mayor bienestar para el trabajador.
De acuerdo con los estudios realizados por Villavicencio Ayub, de cerca de mil empresas analizadas, solo 2 de cada 10 han adoptado esta modalidad, la mayoría son transnacionales que lo han implementado paulatinamente con buenos resultados.
La especialista en psicología organizacional señaló que algunos estudios elaborados por la propia Secretaría del Trabajo y el portal OCC Mundial refieren que el 70 por ciento de las actividades laborales ya puedan entrar en la modalidad de trabajo a distancia.
“Esto viene es estudios en otros países donde ha tenido un impacto muy positivo en la fuerza de trabajo, la gente le permite atender otras actividades al atender este balance de vida que en la realidad mexicana no existe”.
Un estudio elaborado por la coordinadora de Psicología Organizacional reveló que cada 10 empresas, 8.5 eran tóxicas, “es decir, se mantienen muchos paradigmas erróneos de que los adictos al trabajo son los mejores trabajadores, que tienes que estar conectado 24/7, que si te vas a tu hora eres mal visto, que si tus jefes tienen un estilo muy nocivo de liderazgo, basados en el miedo, en la consecuencia, ni no hemos trabajado en lo básico, soltar a los trabajadores, va a ser peor la consecuencia”.
De tal forma, dijo que obligadas por la crisis, las empresas van a comenzar a probar la modalidad en plena pandemia, cuando ya deberían haberla puesto práctica. “En la mayoría de los casos es forzoso que te vayas a tu casa a trabajar y a ver cómo nos arreglamos en el camino”.
“En el modo ideal, primero se tenían que establecer los lineamientos, implementarlos de manera gradual, verificar el equipo que tiene el trabajador y que sería obligación de la empresa dotarlos ya sea de las tabletas, computadoras, teléfonos inteligentes para que tengan buena actividad y corran las aplicaciones de estas videoconferencias. La realidad es que no lo tienen”, dijo en entrevista con MILENIO.
Pero también es una oportunidad para los trabajadores de demostrar que somos responsables, y podemos dar los resultados “para que las empresas se den cuenta y cada vez sean más, ahora que pase la epidemia, las que entren a estas buenas prácticas y que ya no lo vean como tabús, porque también hay muchos trabajadores mañosos que si no están sentados en la oficina no logran avanzar”, apuntó.
bgpa