Pandemias. Desde cocoliztli hasta el coronavirus en Puebla

En el pasado de la angelópolis, se encuentran registros de efectos de la epidemia de matlazáhuatl, la epidemia de cocoliztli, la peste bubónica, la influenza española, la viruela, sarampión, la influenza H1N1 y en este 2020, el coronavirus.

Hace 11 años, Puebla enfrentó la influenza subtipo H1N1 y este año se presenta una contingencia por el coronavirus. (Andrés Lobato)
Jaime Zambrano
Puebla /

La historia de la ciudad de Puebla desde el momento de su fundación en 1531 está ligada a pandemias, muertes de enfermos sin cura, falta de vacunas, encierros obligatorios de personas contagiadas, medidas de aislamiento, catástrofes demográficas y deterioros de la economía familiar.

En el pasado de la angelópolis, se encuentran registros de efectos de la epidemia de matlazáhuatl, la epidemia de cocoliztli, la peste bubónica, la influenza española, la viruela, sarampión, la influenza H1N1 y en este 2020, el coronavirus (covid-19).

La fundación de Puebla, Ciudad de los Ángeles, el 16 de abril de 1531 está ligada a problemas hidrometeorológicos y sociales, lo que desencadenó su refundación el 29 de septiembre de 1531. Ese año, está ligado a la epidemia de matlazáhuatl, de las palabras de origen náhuatl, matlatl que quiere decir: red o grupo; y zahuatl, erupciones o granos. Para los médicos novohispanos, la enfermedad fue clasificada como tabardillo o tabardete; mientras, en el siglo XIX se pensó que fue una combinación de tifus y fiebre tifoidea. Actualmente, se establece que aquella enfermedad pudo ser peste, tifus o una forma de hepatitis. El cuadro clínico coincidente es el de fiebre intensa, sangrado por boca y oídos, disentería aguda y pústulas.

El historiador Eduardo Merlo Juárez, asesor cultural de la Upaep, destacó que la fundación de Puebla se presenta en el marco de la epidemia matlazáhuatl que trajo como consecuencia la muerte de 10 por ciento de la población.

Casi una década después, en Puebla se presentó la enfermedad conocida como cocoliztli, en español, la enfermedad o el mal. Afectó a la población indígena tras la llegada de los conquistadores españoles y se extendió hasta el año 1600.

“Hemos tenido diferentes enfermedades. Cuando se fundó Puebla en 1531, la Nueva España se afectó con una terrible epidemia de matlazáhuatl que es una variante de la viruela. Aquí la palabra diezmar fue efectiva, mató a 10 por ciento de la población de la Nueva España”, explicó el investigador.

A lo largo de los siglos XVI, XVII y XVII, tres tipos de patologías coexistieron simultáneamente en territorio poblano: mortíferas pandemias, epidemias y endemias. Entre los problemas de salud se encuentran la llamada patología biológica, de la que forman parte la viruela, el sarampión, paperas, tosferina y varicela, enfermedades que para reproducirse requerían del contagio directo entre personas.

De forma paralela, se presentaron problemas de alcoholismo, desgano vital, desnutrición, tifo, tifoidea, fiebre amarilla y disentería; y en diferentes momentos se presentó la patología biosocial, caracterizada por la peste, matlazahuatl o cocoliztle.

“A finales del siglo XVI, se presentó la peste, una terrible enfermedad que mató a mucho más del 10 por ciento de la población. De 25 millones de indígenas que había cuando llegaron los españoles, quedaron un millón 300 mil indígenas, de acuerdo con los datos que tenemos. Puebla padeció la influenza española, la peste bubónica, por mencionar algunas”, agregó el investigador.

Para enfrentar las enfermedades que no tenían cura o de complicados tratamientos, Puebla contó con el Hospital de Bubas. En 1682, se fundó en la ciudad de Puebla un Hospital de Bubas, por Anastacio Luis Salcedo Coronel y Benavides, caballero de la orden de Santiago, para la curación con unciones a los enfermos del humor gálico, o bubas o mal francés.

Hace más de 100 años, en 1918, Puebla fue afectada por la influenza española. Durante el tiempo que duró la epidemia en Puebla, poco más de dos meses, ocasionó centenas de muertes. En 1932, en Puebla se comenzaron a registrar casos de viruela, los cuales se extendieron por varios años. La viruela es una enfermedad infecciosa grave, contagiosa y con un alto riesgo de muerte. Los síntomas iniciales incluían cuadros de fiebre y vómitos, seguidos en días posteriores de la formación de llagas en la boca y erupciones cutáneas.

Hace 11 años, Puebla enfrentó la influenza subtipo H1N1 o influenza humana; y este año, se presenta una contingencia por el coronavirus. La primera muerte en Puebla por coronavirus se registró el 29 de marzo pasado.


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