Más de 2 millones de trabajadoras del hogar en el país están en riesgo de ser despedidas o sufrir afectaciones sociales y en su salud durante sus jornadas laborales, esto provocado por desinformación e inadecuadas acciones de sus empleadores durante la pandemia del coronavirus.
Integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (Sinactraho) y otras instituciones públicas exigen respuestas del gobierno federal para proteger a este sector vulnerable, con la aplicación de un protocolo adecuado durante sus jornadas laborales, además de que se hagan respetar las reformas a la Ley del Trabajo y del Seguro Social que desde el año pasado establecen que son acreedores de diversos derechos y prestaciones.
En entrevista para MILENIO, Marilú Padua Orihuela, secretaria de Género y Derechos Humanos del gremio, mencionó que en México solo un promedio de 18 mil 500 trabajadoras del hogar, de las 4.5 millones que existen a escala nacional, según datos del Inegi, cuentan con programas de salud y la información adecuada para ejercer sus derechos durante sus jornadas laborales.
“El trabajo del hogar siempre ha sido un tema no reconocido, poco valorado y justamente es hasta que llegan este tipo de casos cuando vemos que la limpieza, el aseo y la higiene es lo que nos puede salvar en estas situaciones. A partir de que se desató el coronavirus hemos recibido de las compañeras muchas quejas.
“Entre las principales denuncias están que se les han aumentado la carga de trabajo, los empleadores les piden limpiar varias veces la misma zona con productos que pueden dañar su salud, esto sin que se les pague el tiempo extra”, expresó.
Según la Ley Federal del Trabajo, las empleadas del hogar que no residan en el lugar donde laboran deben de tener una jornada máxima de ocho horas, además de que tienen derecho a un descanso mínimo de tres horas en actividades matutinas, horas extra pagadas al doble, vacaciones y días de descanso, estas y más indicaciones deben de estar estipuladas en un contrato que sea del conocimiento de las dos partes.
Marilú Padua expresó que aparte de las afectaciones que normalmente reciben las y los trabajadores del hogar por parte de empleadores, como no estar inscritos en los programas sociales y de salud correspondientes, discriminación, malos pagos y sin prestaciones, acosos y otras afectaciones a su integridad, en estos meses se han enfrentado a la falta de material adecuado para evitar enfermarse, contagiar a su familia y a las casas donde prestan sus servicios.
“Si se hacen cumplir las leyes y el convenio 189 nosotros podemos ir detectando que no es normal que no te den guantes o uniforme con tela resistente que aguante el calor de la estufa y los químicos, así como las cofias para realizar la comida, además de los largos trayectos que algunas deben recorrer de su casa al trabajo”, destacó.
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