En Puebla, seis de cada diez cultivos dependen del trabajo de un polinizador, es decir, de algún animal que se alimentan de las plantas, traslada polen y completan el proceso conocido como fertilización. De acuerdo con el análisis de Romeo Saldaña Vázquez, investigador de la Universidad Iberoamerican Puebla, el cuidado de los polinizadores concierne directamente a Puebla, uno los diez estados con mayor producción agropecuaria en México.
“El 63 por ciento de los cultivos de la entidad poblana dependen de estos animales, los cuales forman parte de la canasta básica: manzana, durazno y el café son los más emblemáticos. En México, 85 por ciento de los cultivos dependen de alguna manera de polinización animal. El cuidado de estos agentes responde a intereses medioambientales y económicos”, explicó.
El valor de la producción de la manzana, el durazno y otros frutos que requieren del trabajo de los polinizadores, deja una derrama económica de más de ocho mil millones de pesos al año; y, al menos, seis ingredientes del platillo conocido como chile en nogada dependen de los animales que permiten la fertilización, explicó Romeo Saldaña.
Los estambres de la flor masculina producen polen, el cual viaja hasta los estigmas de la planta receptora para consumar el proceso reproductivo y generar nuevas semillas. Para que esto ocurra debe existir un intermediario que traslade este polvo de una flor a otra: el viento o un animal polinizador, comentó.
Los polinizadores intervienen en la reproducción del 75 por ciento de los cultivos de frutas y semillas; además, ayudan a aumentar la biodiversidad y la producción de alimentos, así como a mantener el equilibrio en los ecosistemas. Para nuestro país, la polinización representa una ganancia económica de entre 100 y 250 dólares por hectárea.
“La conservación de los polinizadores ha escalado a instancias legislativas: en marzo de este año se puso en marcha la Estrategia Nacional para la Conservación y Uso Sustentable de los Polinizadores. Además, fue expedida la Ley Federal Apícola para regular los procesos de generación de miel”, expresó.
Entre polinizadores, los murciélagos son animales marginados en la polinización, pese a que existen cerca de mil 400 especies en todo el mundo, de las cuales 140 pueden encontrarse en diferentes partes México.
“Su diversidad de características corresponde a las diferentes funciones ecosistémicas que desempeñan, principalmente el control de plagas. El servicio ecosistémico de los murciélagos representa ganancias de alrededor de dos mil 500 dólares por hectárea. Por ejemplo, 40 por ciento de los ingresos de las comunidades cultivadoras de pitayas de Jalisco. Tenemos evidencias contundentes para incluir a los murciélagos en estos proyectos de conservación. Los murciélagos también generan dinero”, apuntó.
Por su parte, Guillermo Vázquez Domínguez, investigador de la Universidad Veracruzana, explicó que México alberga 10 por ciento de la diversidad de abejas del mundo, las cuales se encuentran considerablemente en los vainillales.
“El uso combinado de agroquímicos y la falta de políticas públicas basadas en estudios ecológicos ha puesto en riesgo a las polinizadoras por excelencia. Es importante reivindicar la interacción entre el hombre y la abeja en favor de la preservación de los ecosistemas”, destacó.
AFM