Una denuncia pública ha generado un intenso debate sobre la gestión del patrimonio artístico mexicano.
Esto sucedió a partir de que la promotora cultural Hilda Trujillo acusó al Fideicomiso de los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo (FMDRFK) del Banco de México de negligencia y corrupción, y de que en respuesta este último, a través de un comunicado, dice que busca defender su papel como custodio del legado cultural: “El legado de Frida y Diego se cuida, se respeta y no se hace uso para agendas personales”.
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“Ante la difusión irresponsable de versiones carentes de toda base legal, técnica y ética, el Fideicomiso de los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo rechaza con contundencia las manifestaciones recientemente emitidas en medios por terceros sin competencia ni atribución sobre el acervo del Museo Diego Rivera y Frida Kahlo. Tales dichos son infundados, erróneos y carecen de evidencia verificable. No presentan hechos ni documentos que pueden sostenerse bajo análisis jurídico o museológico serio”.
Trujillo sostiene en su investigación de cuatro años (titulada “Testimonios de una vida en los Museos Diego Rivera Anahuacalli y Frida Kahlo Casa Azul”) que seis hojas del diario original de Kahlo, se encuentran en colecciones privadas o en subastas en México y el extranjero, así como obras originales de ella como Retrato de Irene Bohus, Fantasía de una estufa y Dibujo estudio para mis abuelos, mis padres y yo.
La promotora cultural presentó documentos para avalar sus aseveraciones en un blog en WordPress de acceso abierto.
Trujillo dice que sí denunció
En entrevista con MILENIO, Trujillo dijo que si sus dichos son infundados exhorta a que el Fideicomiso de los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo, constituido en 1955 por Diego Rivera con el propósito de preservar el legado artístico y cultural de ambos artistas, presente públicamente el diario de la artista, así como las listas de obra realizadas por el propio Rivera para comparar y establecer cuántas páginas tiene actualmente el diario, qué obras de ella se encuentran en la Casa Azul y cuáles faltan.
Trujillo comentó que en caso de que el fideicomiso tenga alguna prueba de irregularidades en su desempeño al frente de los dos museos y de que benefició a terceros, “que lo presente porque, a diferencia de la investigación que presenté, con evidencias comprobables, esa institución no entrega ninguna prueba de su acusación. El fideicomiso dice que nunca denuncié, claro que lo hice y hay testimonio de esas pruebas, hasta de las fechas cuando les informé de esas anomalías”.
La situación pone bajo escrutinio no solo la administración del fideicomiso a cargo del Banco de México, sino también la transparencia en el manejo del patrimonio nacional, pues el Instituto Nacional de Bellas Artes (Inbal) respondió a Trujillo por medio de un comunicado: “Los Museos Diego Rivera Anahuacalli y Frida Kahlo Casa Azul son recintos constituidos a partir de un fideicomiso privado a cargo del Banco de México. Por ello, el Inbal solicitó la información pertinente a las autoridades de esta institución, quienes cuentan con los inventarios y registros de dicho acervo”.
Cartas a Secretaría de Cultura e Inbal
En cuanto a la venta de obras de ambos artistas en el extranjero, el Inbal aclara “que no ha otorgado ningún permiso para exportaciones definitivas de obras de estos autores”.
Hilda Trujillo dice que si las obras se estaban sacando ilegalmente del país no le iban a pedir autorización al Inbal para hacerlo y ponerlas a la venta. Y aclara que a pesar de que ella entregó una carta tanto a la secretaria federal de Cultura, Claudia Curiel de Icaza, como a la directora del Inbal, Alejandra de la Paz Nájera, para ponerlas al tanto de la situación, nunca tuvo retroalimentación ni de manera personal ni en su cuenta de correo.
“Así que la supuesta respuesta del Inbal con fecha del 25 de marzo, donde se me recomienda presentar las denuncias debidamente fundadas y motivadas ante las instancias legales competentes, nunca la recibí, y lo que realmente tiene que hacer el Inbal es investigar”, sostiene Trujillo.
El caso sigue evolucionando, reconoce Trujillo, y promete ser un punto clave para discutir las políticas culturales en México. Por ahora, tanto las acusaciones como la defensa del fideicomiso reflejan una disputa compleja sobre uno de los legados artísticos más importantes del país.
Trujillo precisa que su denuncia pública es independiente de la separación de sus funciones como directora de los dos museos, la cual se dio sin que la despidieran, por lo cual interpuso un proceso legal laboral iniciado contra el Banco de México en 2020, ya que cuenta con grabaciones y pruebas correspondientes.
Al momento de la entrevista, Trujillo dijo que redactaba un comunicado en respuesta al Banco de México.
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