Víctor Magaña Rueda, investigador del Instituto de Geografía de la UNAM señaló que los devastadores incendios forestales acontecidos en Australia no fueron producto del cambio climático como diversos actores sociales han referido, sino que fueron generados debido a una sequía extraordinaria que se pronosticó meses atrás, en combinación con varios factores como la falta de humedad en el aire y la caída de rayos en diversas zonas.
En conferencia de prensa, el Doctor en Ciencias Atmosféricas reprochó que actualmente se atribuyen al cambio climático los efectos provocados por fenómenos naturales como la sequía, cuando en el caso de Australia fueron pronosticados previamente y las autoridades no actuaron para evitar el desastre, es decir, no hubo gestión del riesgo.
“Australia es un gran desierto en su mayor parte, llueve muy poco. Desde septiembre, casi todo el año pasado experimentó condición de sequía que persiste y no solo es Australia, también el Pacífico Oeste, Indonesia y el Sureste asiático”.
Destacó que la sequía fue tan intensa que no se había registrado un fenómeno como ese en los últimos 40 años que se tienen reportes, e incluso hay meteorólogos que refieren que desde “hace casi un siglo no se registraban una sequía tan severa como la que registraron ahora. Cualquiera estaría tentado a decir que si nunca se había registrado entonces es cambio climático, pero solo es un año (con sequía), y cuando hablamos de cambio climático ocurre en todo el periodo”, explicó.
Magaña Rueda dijo que hacia finales del año llovió entre el 0 y 60 por ciento de lo que esperaba el Servicio Meteorológico de Australia, “fue una gran sequía y adicionalmente, lo que ocurrió es que la humedad en el aire fue anómalamente baja”.
“Entre octubre y diciembre, el aire estuvo especialmente por debajo de la humedad que esperaban, y para los incendios, si el aire está muy seco tiene mas capacidad de recibir de la evapotranspiración de los árboles y éstos entran en estrés hídrico y están más secos”, otro factor que contribuyó con la generación de incendios.
El investigador dijo que aún hace falta analizar si el fenómeno del Niño, que altera los patrones de lluvia, provocó a finales de 2019 una sequía tan severa en Australia, “pero este año no tenemos una manifestación muy intensa del Niño, lo que no significa que sea el causante”.
Víctor Magaña reiteró que el cambio climático no causó los incendios forestales en Australia, ya que el cambio climático se refiere a las tendencias de cambio en el largo plazo, no a lo que sucede en un año en particular.
“Es algo que tenemos en la variabilidad que ya conocemos del clima, y afirmo esto porque los modelos pudieron pronosticar la sequía, había algo en la condición climática que ya la indicaba”.
jamj