Boeing ocultó defectos de diseño en el 737 Max

FINANCIAL TIMES

Congreso de EU. Informe revela que la firma tomó “atajos y presionó” a reguladores para pasar por alto las fallas detectadas en el modelo protagonista de dos tragedias.

Cuando regrese al vuelo será uno de los aviones más escrutados en la historia. (Ted S. Warren/AP)
Kiran Stacey
Washington /

Boeing ocultó a pilotos y reguladores los defectos de diseño en sus aviones 737 Max mientras se apresuraba para contar con un avión certificado para volar, de acuerdo con un informe condenatorio del Congreso de Estados Unidos sobre por qué dos aviones se estrellaron con una diferencia de meses uno del otro y en los que murieron 436 personas.

El informe del Comité de Transporte de la Cámara de Representantes de EU concluyó que el fabricante estadunidense de aeronaves tomó atajos y presionó a los reguladores para que pasaran por alto aspectos de su nuevo diseño en su intento por recuperar terreno respecto a su rival europeo Airbus. También acusó a los reguladores estadunidenses de estar demasiado preocupados por complacer a la compañía como para ejercer una supervisión adecuada. 

En el informe se lee: “Los dos accidentes fueron la horrible culminación de una serie de supuestos técnicos defectuosos por parte de los ingenieros de Boeing, una falta de transparencia por parte de la dirección de Boeing y una supervisión muy insuficiente de la Administración Federal de Aviación (FAA, por su sigla en inglés), el pernicioso resultado de la captura regulatoria de parte de la FAA respecto a sus responsabilidades para llevar a cabo una inspección rigurosa sobre Boeing y garantizar la seguridad de los pasajeros. 

“Los hechos expuestos en este informe documentan un inquietante patrón de errores de cálculo técnicos y preocupantes errores de juicio administrativos que tomó Boeing. También arroja una luz sobre numerosas fallas de supervisión y falta de rendición de cuentas por parte de la FAA que desempeñaron un papel significativo en los accidentes de Max 737”. 

Boeing enfrenta varias investigaciones desde el año pasado, cuando un avión Max que operaba Ethiopian Airlines se estrelló apenas cinco meses después de que otro avión propiedad de Lion Air, de Indonesia, se desplomó y cayó en el mar. 

Los investigadores encontraron que, en ambas ocasiones, un sensor defectuoso provocó que se activara por error el sistema automático antibloqueo, algo que hizo que la nariz del avión se inclinara hacia abajo. Los pilotos tanto de Lion Air como de Ethiopian Airlines lucharon para enderezar sus aviones; sin embargo, siempre fueron anulados por el sistema automático. 

Los miembros del Congreso llevan a cabo su propia investigación sobre los accidentes desde abril pasado. El informe de ayer marca la culminación de 17 meses de indagatorias que implicó cinco audiencias públicas, 24 entrevistas y 600 mil páginas de documentos. 

El informe de 238 páginas detalla cómo Boeing trató de minimizar tanto las pruebas regulatorias como la capacitación de pilotos requeridas para volar el nuevo Max, que se apresuró a lanzar en un intento por competir con el Airbus A320neo. 

El informe concluyó que la compañía convenció con éxito a la FAA de no clasificar el sistema antibloqueo como “crítico para la seguridad”, lo que significa que muchos pilotos ni siquiera sabían de su existencia antes de volar el Max. 

Al hacerlo, Boeing ocultó a los reguladores datos de pruebas internas que mostraban que si un piloto se tardaba más de 10 segundos en reconocer que el sistema se activó erróneamente, las consecuencias son “catastróficas”. 

En el informe también se detalla cómo una alerta que debe advertir a los pilotos sobre un posible problema con uno de sus sensores antibloqueo no funcionaba en la gran mayoría de la flota; además, que la compañía ocultó de forma deliberada este hecho tanto de los pilotos como de los reguladores mientras continuaba con el despliegue global de su nuevo avión. 

Boeing trabajó para corregir los defectos que se encontraron en el Max durante más de un año, y recientemente afirmó que espera comenzar la entrega de aviones de nuevo en el tercer trimestre. 

La firma señaló que “el diseño revisado del Max recibió una intensa revisión interna y de los reguladores, incluidos más de 375 mil horas de ingeniería y pruebas y mil 300 vuelos de prueba. Una vez que la FAA y otros reguladores determinen que el Max puede regresar al servicio, será uno de los aviones más escrutados en la historia”. 

Si bien la compañía tomó atajos en su intento por certificar el Max, el comité encontró un regulador compatible en la FAA. 

La FAA certifica confiando en gran medida en “representantes autorizados”, los empleados de la firma con aval del regulador para validar diseños y sistemas. Y el informe encontró que en varias ocasiones Boeing no señaló información importante al regulador.

CLAVES

EN TIERRA

El 737 Max se suspendió desde marzo de 2019 tras el accidente de Ethiopian Airlines cerca de Adís Abeba que mató a 157 personas y de Lion Air, que se estrelló en octubre de 2018 en Indonesia y dejó 189 muertos.

UN ALTO COSTO

Esta crisis le ha costado a Boeing miles de millones de dólares, incluida la compensación que debe pagar a víctimas y a aerolíneas, así como la destitución de su director ejecutivo.

VUELOS DE PRUEBA

En junio pasado, Boeing inició los vuelos de prueba del modelo 737 Max para demostrar que ya puede volar de manera segura con un nuevo software de control de vuelo.

AFECTACIONES

La inmovilización de la aeronave afectó el desempeño financiero de la compañía, que se debilitó aún más por la pandemia de coronavirus y su impacto en las firmas aéreas.


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