En la última semana, la relación del peso con el dólar se modificó, nuestra moneda hace apenas diez días, después de alcanzar su mejor cotización en el año de 16.24 pesos por dólar, de súbito se fue, a principios de ésta, arriba de los $17 por dólar.
¿Qué pasó? Muchos factores entraron en concurso: el primero fue el ataque de Israel a la embajada de Irán en Siria, que sabíamos traería como consecuencia alguna respuesta bélica por parte de los iraníes, lo que sucedió justo el fin de semana pasado, pero llama mucho la atención que fue un ataque plenamente anunciado, de tal forma que nos hace suponer que Irán quería demostrar tanto su fuerza como sus habilidades, pero no pretendía causar mayores daños y por eso lo anunciaron con tanta anticipación, para que Israel y sus aliados pudieran defenderse.
El lunes por la mañana los mercados abrieron bastante tranquilos, a pesar de los ataques a Israel de ese fin de semana, la razón de esto fue que Irán dijo que con eso dejaba saldada la cuenta; sin embargo, los israelíes, a través de su secretario de Defensa, anunciaron que no dejarían pasar esos ataques y que iban a pensar en la manera y cuándo proceder con un contraataque. Ese anuncio fue lo que llevó a nuestra moneda arriba de los 17 pesos por dólar.
Además de lo anterior, ya desde antes el peso mexicano debió presionarse con las declaraciones de la Reserva Federal, en el sentido de que las tasas de interés en EU no bajarían en junio y posiblemente esa decisión se pospusiera hasta septiembre o noviembre. Estos comentarios, por supuesto debieron lastimar al peso cuando menos un poco, y no lo hicieron; sin embargo, después de que la Fed insistió con el tema, parece ser que ahora sí el mensaje repercute nuestra moneda.
El hecho de que el dólar se mantenga con tan altas tasas de interés lo beneficia frente al peso, y yo creo que esto seguirá pesando un poco —cuando menos en los próximos meses— ya que, si bien no es seguro que México baje la tasa en mayo, sí lo hará en junio, y eso por lo visto sucederá en EU.
Por último, algo que también puede impactar de forma negativa en el valor de nuestra divisa es el cambio que pretende hacer el gobierno con los reglamentos de las Afore con el fin de adjudicarse los montos invertidos en ellas por individuos de más de 70 años que no han reclamado ese dinero. A todas luces es confiscatorio, el público lo ve como un despojo, mismo que es cierto porque es quedarse con algo que no le pertenece; lo que deberían hacer las administradoras es buscar a estos adultos mayores, localizarlos e informarles que tienen un saldo a favor. Eso es lo que se debe hacer y no robarles sus recursos… pero ese es otro tema.
En el corto plazo, el peso se mantendrá con gran volatilidad, pero no perderá su fortaleza; yo creo que la cotización de nuestra moneda respecto al dólar, al 31 de diciembre de este año, estará en niveles de 18 a 18.25 pesos, lo cual implica apenas una devaluación de 6% respecto a la apertura del 1 de enero.