Dormir bien, la mejor medicina

Ciudad de México /

Mucho hemos hablado en este espacio sobre cómo abordar el insomnio a través del yoga y sus recursos; sin embargo, no es necesario padecer este tipo de trastorno para hacer mejoras a nuestros patrones de sueño, entendiendo que dormir mejor es, sin lugar a dudas, sinónimo de buena salud.

Para empezar, hay que hablar de las cuatro etapas del sueño, las cuales se van repitiendo sucesivamente hasta que despertamos, y aunque todas son importantes, la que más nos interesa es la etapa 3, donde inicia la profundización del sueño. En general, un ciclo de sueño completo dura entre 90 y 110 minutos.

En esta fase, la actividad cerebral disminuye su ritmo y el cuerpo empieza a realizar actividades que no puede ejecutar en la fase de vigilia como la liberación de hormonas de crecimiento que aumentan la masa muscular regenerando tejidos, músculos y huesos; o de las que regulan la glucosa, y ayudan al sistema inmunológico. Es por eso que dormir bien por las noches ayuda a combatir infecciones y a recuperarse de procesos de enfermedad. Igualmente se promueve el procesamiento de memoria, y de nueva información y habilidades motoras aprendidas durante el día.

Pero sin mencionar las bondades mentales, los beneficios de dormir entre siete y nueve horas de calidad son muchos más a nivel físico. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, descansar lo suficiente cada noche permite que la presión arterial del cuerpo se regule reduciendo las posibilidades de padecer problemas como apnea, y promoviendo una mejor salud general del corazón.

Existe además un vínculo entre dormir lo suficiente y una reducción de la inflamación en el cuerpo. Las hormonas que se liberan durante el sueño también controlan la manera en que el cuerpo utiliza la energía. Entre menos duerme una persona, mayor es la probabilidad de sufrir obesidad y de preferir alimentos con alto contenido calórico.

Ilustración: Juan Carlos Fleicer

La mejora de nuestros patrones de sueño puede ayudarse de posturas de yoga como Balasana, el Niño, Pawanmuktasana, la postura de rodilla al pecho o de liberación de viento, o Supta Matsyendrasana, la Media torsión espinal acostada que eliminan la rigidez de la columna, especialmente de las lumbares, y caderas; alivian dolencias relacionadas con la digestión como flatulencia, estreñimiento, falta de apetito o síndrome del intestino irritable, y equilibran las emociones.

(Con información de nhlbi.nih.gov, medlineplus.gov y tummee.com)


  • Marién Estrada
  • infocaminoamarillo7@gmail.com
  • Columnista en La Afición desde 2015. Especialista en yoga y autora del libro "Yoga en tiempos de redes sociales". Egresada de la Licenciatura en Comunicación con subsistema en Periodismo en la Universidad Iberoamericana.
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