La generación X nacimos análogos y crecimos con lo digital. Somos sobrevivientes de la llegada y muerte de mil tecnologías. Y por eso, quisiera pedirles algo: ¡No más publicidad de cursos “geriátricos” de IA! Somos quienes conocemos Yo Robot por Isaac Asimov y no por Will Smith. Leímos de jóvenes Stranger in a Strangeland (Heinlein) de donde Elon agarró el término Grok (comprender a través de una empatía instantánea las cosas) para su IA. Recordamos a Orwell como advertencia, no como explicación de la realidad.
¿Nuestro verdadero y duradero terror en el cine ? HAL 9000 (2001 de Arthur C. Clarke) enloqueciendo y condenando a sus humanos a muerte cantando “Daisy, Daisy”. Y para cuando Terminator (1984) demostró cómo Skynet solito optó por un holocausto nuclear, nadie nos tuvo que convencer de los riesgos de la IA.
No nos llegó de golpe esta noticia, chicos. Y los últimos días el acelere y la competencia entre las IA de las diversas compañías de tech eran solo cuestión de ¿cuándo? Hoy es cuando.
Así que podemos discutir hasta el cansancio propiedad intelectual, de nuestra capacidad para razonar y de las chambas perdidas. Pero ningún miembro atento de la generación X, y menos un Boomer, está sorprendido. Y hemos tenido nuestra vida entera para prepararnos. Preocúpense si nunca conocieron un mundo sin wifi y smartphone. ¿Qué experiencias únicas tendrán a su favor si no aprendieron a aprender? ¿Que los hace diferentes? Ahí el gran reto para todos, aunque los mayores llevamos ya décadas sabiendo que esto venía. No se confíen de más.