La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad una reforma a la Ley General de Vida Silvestre con el fin de precisar el nombre científico, especie y género de los ejemplares silvestres en los documentos para acreditar su legal procedencia, a fin de evitar su tráfico.
Al dar a conocer el resultado de la votación, el diputado presidente Porfirio Muñoz Ledo mencionó 452 votos, dos menos que los emitidos por el pleno, y enseguida rectificó de buen humor su confusión:
“Perdón, se aclara que la votación fueron 454 votos. Faltaba un tigre y un manatí, pero ya están completos”.
El proyecto fue remitido al Senado de la República para su análisis y eventual ratificación.
Al fundamentar el dictamen, la presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, Beatriz Manrique, sostuvo que la reforma permitirá combatir el tráfico ilegal de especies de vida silvestre a nivel nacional e internacional, que representa ganancias ilegales por 20 mil millones de pesos cada año.
“El tráfico ilegal de vida silvestre tiene un impacto directo e irreversible sobre los ecosistemas y la biodiversidad, cuyas ganancias pueden ser superiores a las generadas por el narcotráfico”, dijo.
Como ejemplo de ello citó el caso del buche de totoaba, que en México cuesta 8 mil dólares el kilogramo; en Estados Unidos, 16 mil, y en Asia hasta 60 mil dólares, “mucho más que un kilo de cocaína".
nerc