Es evidente que el ser humano cambia, y no siempre para mal, pero sí con altibajos. Sin embargo, la antigua pregunta permanece: ¿todo tiempo pasado fue mejor?

Las maneras de explorar esta configuración familiar en la literatura parecen inagotables, desde Shakespeare hasta un premio Pulitzer del siglo XX.

El adulador busca algo y, en el proceso de adular, corrompe.

La impotencia nunca podrá aceptarse a sí misma, porque nadie quiere llevar un estigma que no deja ningún placer.

La próxima vez que escuchemos “la realidad superó la ficción”, tomémoslo por un comentario tan vacío como “la realidad superó la Quinta Sinfonía de Beethoven”

En asuntos de arte o deportes, la medianía no es dorada.

La novela de Nikos Kazantzakis intenta aparentar un espíritu filosófico, pero carece de él en contenido.

Hay demostraciones de la memoria más agradables que otras.

En ciertas literaturas, los contemporáneos o muertos recientes pasan más rápido al canon de los clásicos.

Nuestras ideas de justicia e injusticia suelen venir, más que de la reflexión, de los sentimientos.