De Jerjes hasta Alejandro Magno, los grandes personajes del pasado estaban conscientes del peligro de la escasez de agua.

Hace siglos que los poetas tratan de expresar esa sensación única del dolor, pero la cotidianidad no es poética.

Muchos autores estadunidenses han escrito sobre el aborto. En todos se ve que cada caso es particular y la decisión ha de ser privada, personal y libre.

A muchas tradiciones no se les agarra gusto sino con la práctica.

Quizás hemos descuidado los conocimientos botánicos que poseían los griegos, ya que un tecito de cicuta vendría a cuento en algunas situaciones.

La borrachera suele despertar la fanfarronería, estado en el que alguien dice ser leal cuando no lo es, valiente cuando es cobarde o un patán se siente sabio.

"Se acostumbra utilizar los años como medida de educación porque en las escuelas se trata a los alumnos como una borregada a la que hay que cebar con el mismo forraje mental".

Hubo un tiempo, dice el autor con cierto sarcasmo, en el que los lectores leían y los editores editaban.

En la literatura del siglo diecinueve existen registros de bofetadas, que operaban como prólogo para retar a un duelo.

“¿Acaso incurre en crimen quien mata a un tirano?”, se preguntaba Cicerón.