Han pasado ya los primeros nueve días del tiempo que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, le dio a México, su sentenciado favorito, para no imponer lo que al fin y al cabo terminará echándole encima. Él, el tiempo. Tan efímero uno y tan poderoso el otro.
Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, ha hecho una parte de la tarea al reforzar la seguridad: en sus primeros tres días la Operación Frontera Norte dejó 139 detenidos, 82 armas y una tonelada incautada de diferentes drogas. Suena a mucho, pero el resultado es más bien pobre si recordamos que desplegó 10 mil elementos de la Guardia Nacional.
La Operación Frontera Norte inició el 5 de febrero y el primer corte lo presentó el gobierno federal el día 9; el 4 de marzo es la fecha que Donald Trump le dio a México para que se apegue a lo que le pide so pena de imponer aranceles de 25 por ciento.
Aunque se haya anotado una victoria logrando un mes más de plazo, no olvidemos que la presidenta Claudia Sheinbaum no podrá frenar sola la embestida de un magnate que consigue lo que quiere sin diálogo posible, sólo con la amenaza.
“Tenemos este mes para trabajar, convencernos entre todos de que este es el mejor camino”, dijo la presidenta el lunes 3 de febrero y desde entonces a la fecha a ninguno de los gobiernos estatales se le ha ocurrido algo mejor que firmar un desplegado en el que expresan su respaldo y beneplácito por los acuerdos alcanzados. Vale, esa vieja costumbre priista sigue tan metida en el ADN de la clase política subnacional.
¿Qué pueden hacer?, si atienden el Plan México que a mediados de enero presentó Claudia Sheinbaum podrían comenzar a trabajar para que los sectores productivos de sus respectivos estados encuentren alternativas que frenen las importaciones de China. Aunque la estrategia del gobierno federal estará vigente hasta septiembre de 2030 es urgente que los estados, incluido Puebla, asuman la parte que les corresponde para impulsar a las compañías locales y a las extranjeras que se relocalizan.
Algo deberá hacer Puebla para, sin que haya afectados, seguir como uno de los principales estados que le venden productos a China y aumentar esos más de 633 millones de dólares en exportaciones, promedio, hacia el principal enemigo de Estado Unidos.
Al margen
A Carlos Salinas de Gortari se le atravesó el EZLN; a Ernesto Zedillo Ponce de León, una devaluación; Vicente Fox Quesada y Felipe Calderon Hinojosa se tropezaban solos; a Enrique Peña Nieto se le atravesó una casa blanca y una Estafa Maestra; a Andrés Manuel López Obrador, una pandemia… y a Claudia Sheinbaum se le está atravesando un Trump. El caso es que vamos de desgracia en desgracia y, para México, Dios siempre finge no existir.