Las corridas de toros dividen opiniones, actualmente en México existe tensión ante la celebración de la fiesta brava en la Plaza de Toros de la Ciudad de México. Y es que, a través de una disputa legal, aún se discute si los días de la tauromaquia podrían o no llegar a su fin en la capital del país.
Alrededor del mundo hay más de una ciudad en la que esta antigua práctica — que según historiadores tiene influencias del Imperio Romano— sigue vigente, por ejemplo, en España, Portugal y algunas regiones del sur de Francia las corridas de toros son un evento popular.
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En América Latina, la tauromaquia es parte del legado de la Corona de España que se niega a morir: en regiones de Perú, México, Colombia, Ecuador y Venezuela existen plazas de toros en donde se llevan a cabo corridas.
A la par en algunos puntos de China, Filipinas y Estados Unidos es posible presenciar como un torero lidia con un astado, aunque de manera mucho más esporádica.
Si bien en estos países se sigue defendiendo y celebrando esta práctica, no es una tendencia en el resto del globo terráqueo, de hecho, en diversos países ya se han implementado medidas para abolir las corridas de toros. Estos son algunos de ellos:
Argentina: pionera en la prohibición
Las primeras corridas de toros en Argentina se realizaron en el Río de la Plata a comienzos del siglo XVII. Si bien en un principio esta celebración captó la atención del público, con el paso del tiempo el interés por ella fue decayendo, de hecho, entre 1799 y 1821 fueron demolidas dos de las que en su momento fueron las principales plazas de toros del país.
Cabe señalar que además hubo más de una orden para su prohibición: la primera se dio en 1819, la segunda en 1822, mientras que en 1891, se presentó la “Ley de protección de animales” (conocida como “Ley Sarmiento”) misma que constituyó un antecedente de la actual Ley 14346, aprobada 1954.
La historia de esta medida convirtió a Argentina en el primer país de Latinoamérica en prohibir las corridas de toros.
Si bien el decreto de esta ley no significó el fin definitivo de este espectáculo (pues según algunos historiadores se llegaron a organizar corridas de manera clandestina), sí marcó un precedente en materia de la defensa de los derechos de los animales.
Cuba: el fin de una era
En Cuba, las corridas de toros fueron una práctica común durante la época colonial, especialmente en La Habana. De acuerdo con un artículo publicado en la Revista de Estudios Taurinos, estas se mantuvieron sin interrupción durante cuatro siglos (desde 1514 hasta 1898).
Fue en 1899, durante la primera intervención norteamericana, que se decretó la prohibición absoluta de las corridas de toros en la isla. Posteriormente, diferentes gobiernos ratificaron la prohibición. Si bien se llevaron a cabo algunos intentos por recuperar la fiesta brava, ésta finalmente terminó como un endeble recuerdo histórico.
Según lo señalado por el historiador cubano, Santiago Prado Pérez de Peñamil, una de las razones por las que se logró abolir las corridas con relativo éxito fue porque buena parte de la población consideraba que estas prácticas eran “espectáculos bárbaros y sangrientos”. A la par, también se asocia con cierto rechazo por el legado colonial.
Chile: un legado de más doscientos años
No muchos lo saben, pero el territorio chileno fue escenario de corridas de toros por más de tres siglos, esto como parte de lo heredado por la cultura española.
Sin embargo, y de acuerdo con información recabada por Anima Naturalis, tras casi un año de protestas por parte de Manuel de Sala, educador y político, considerado uno de los fundadores de Chile, se logró la prohibición definitiva de las corridas de toros y las peleas de gallos en 1823.
Entre los argumentos presentados se señaló que estos eventos eran "impropios de costumbres civilizadas". En ese mismo año (y en el mismo decreto) se abolió la esclavitud en Chile.
Uruguay, siguiendo los pasos
Tras la invasión de los españoles en el Nuevo Mundo, las corridas de toros se convirtieron en una fiesta popular en territorio uruguayo. Sin embargo, este país también siguió los pasos de Cuba, Argentina y Chile.
De acuerdo con el artículo Historia de la Tauromaquia en Uruguay (2008) hubo más de un intento por evitar la muerte de los toros en la región. Uno de ellos se dio en 1888, cuando se dictó una ley que prohibía las corridas de toros. A partir de entonces, los simpatizantes de la tauromaquía iniciaron diversos intentos para revertir esta decisión. Finalmente en 1918 se terminó prohibiendo todo espectáculo que implicara crueldad hacia los animales.
Nicaragua, un triunfo para los animales
En Nicaragua, la Asamblea Nacional aprobó la Ley de bienestar animal que prohíbe matar o herir a los animales durante las corridas. Esta medida, aprobada en 2010, representó un hito importante para los derechos de los animales en el país.
Panamá: ejemplo internacional
En Panamá, la Ley 308 de Protección a los Animales, aprobada en 2012, prohíbe las corridas de toros.
La decisión se dio tras nueve meses de lucha continua por parte de animalistas. Fue así como la Asamblea Nacional terminó por aprobar la ley cuyo propósito es “prevenir, erradicar y sancionar el maltrato, abandono y los actos de crueldad en contra de los animales domésticos". Su implementación convirtió a Panamá en un ejemplo internacional en el resguardo del bienestar animal.
Costa Rica, un caso controvertido
En Costa Rica, se llevan a cabo un tipo de corridas de toros muy particulares, sin matadores, picadores o banderilleros, de hecho, la ley establece que está prohibido dar muerte al toro antes, durante o después del espectáculo.
Sin embargo, pese a que no resulta mortal para el animal, esta práctica, conocida como “toros a la tica”, sigue causando controversia, por ejemplo, la Asociación para el Bienestar y Amparo Animal considera que este festejo también propicia sufrimiento animal.
El caso de México, Francia y España
Si bien a lo largo de la historia se han tomado medidas para prohibir las corridas de toros y proteger el bienestar de los animales, no en todos los países se ha consiguió dar freno a la fiesta brava.
Muestra de ello son los casos de México, Francia y España. Actualmente la tauromaquia está prohibida en cinco entidades del territorio mexicano (Sonora, Guerrero, Coahuila, Quintana Roo y Sinaloa), en el resto del país esta práctica sigue siendo permitida.
En el caso de Francia, de acuerdo con medios de comunicación de dicho país, como tal no existe una lista oficial de lugares en donde se puede practicar esta tradición.
Sin embargo, en abril de 2000 una sentencia del Tribunal de Apelación de Toulouse declaró que las corridas de toros solo se pueden realizar en ciertas partes del sur del país como lo son Provenza-Alpes-Costa Azul, Occitania y Nueva Aquitania. Esto implicaría que en el resto del país no se está permitido organizar corridas de toros.
Por otro lado, en España, hay al menos 125 municipios que se han declarado antitaurinos, por lo que aunque no existe una prohibición como tal, las corridas de toros ya no se celebran, según lo reportado por la plataforma antitaurina CAS International.
LHM